ENTREVISTA: MARS LASAR

Por: Roberto Vales y Manuel Lemos

Mars Lasar nació en Alemania, pero a una temprana edad se trasladó a Australia junto a sus padres. Su fascinación por la música comenzó muy temprano y a los once años ya tocaba el piano. A los 15 ganó el Young Composers Award de la Sydney Opera House, por esa época también comenzó su interés por la creación musical con computadoras. En la Escuela Superior hizo arreglos musicales junto con un amigo, más tarde pasa a formar parte de la banda australiana IQ donde es descubierto por el presidente de Fairlight Computers, esto le permitió hacer una serie de spots televisivos. En 1990 colabora con Hans Zimmer y Trevor Horn en la banda sonora de la película Days Of Thunder protagonizada por Tom Cruise y en 1992 publica su primer disco titulado Olympus.

Con ocasión del lanzamiento de su álbum Karma nos hemos puesto en contacto con él para esta pequeña entrevista que nos hubiera gustado que fuera más extensa, pero sus compromisos personales y laborales han impedido que pudiera ser de otra manera. Agradecemos desde aquí la atención que nos ha prestado. Ahora les dejamos con este gran compositor y productor que es Mars Lasar.

En tu primer disco Olympus, nos ofrecías un sonido muy del estilo del griego Yanni. ¿Ha sido una de tus influencias? ¿Qué otros músicos te han influido?

No conocía a Yanni cuando compuse Olympus, gran parte del disco fue compuesta en Australia, país en donde la música new age prácticamente no existe, el resto fue compuesto en Los Ángeles, donde no conozco demasiado el mercado de la new age. De hecho, estoy muy sorprendido de que la gente a la que le guste esa música, compre la mía. Mis influencias a lo largo del tiempo han sido Tangerine Dream, Kraftwerk, Mike Oldfield, Alan Parsons, Pink Floyd, Black Sabbath, Herbie Hancock, ELP, ELO, Rick Wakeman y Beethoven.

Una de tus pasiones es el piano. Háblanos de tu relación con ese instrumento.

El piano es mi instrumento principal, he pasado miles de horas combinando teorías musicales (clásicas y modernas). Mis experimentaciones melódicas han supuesto que varias veces haya roto alguna que otra cuerda. Armónicamente el piano es grandioso, la resonancia puede ser a veces anticuada, dependiendo de cómo o qué escuches a lo largo del tiempo, aún así es la máquina composicional perfecta. Comencé a componer mis filosofías musicales en mi tiempo libre (en manuscritos, cintas, o cualquier cosa que cayese en mis manos) cuando tenía 11 años y no he parado desde entonces.

¿Qué significó para tí la inclusión de alguno de tus temas en las Olimpiadas de Albertville?

Esa fue una de esas coincidencias perfectas, la fecha de publicación de mi disco Olympus fue en otoño, justo cuando iban a comenzar los Juegos Olímpicos de invierno. Mi disco era para celebrar eso, finalmente fue factible la publicación de mi producto (música y arte) como oficial. Ir a una tienda de discos y comprar un disco de Mars Lasar fue mi gol particular.

Si hay un músico al que se le note una mayor progresión en su música, ese eres tú. Desde Olympus hasta Karma, ha ido apareciendo un mayor enriquecimiento musical en tus discos, llegando en Karma a una producción espectacular.

Estoy muy contento de ser conocido como un artista diverso, tengo muchas ideas que me gustaría compartir con cualquiera. En la mayoría de los casos, la diversidad hace de los artistas meros instrumentos que no dependen de nada y que por tanto no demuestran nada, incluso un artista reputado. Ese es el pensamiento de un sistema hipócrita, pero he aprendido a encontrar mi lugar.

Karma también supone en lo musical un compendio de tus anteriores discos, con la aproximación a las culturas de la India, Asia... ¿Karma es un viaje al interior del ser humano en busca de la paz que en el día a día es difícil de conseguir?

Sí, se podría decir que Karma es un sumario musical, de este modo cierro el primer segmento (8 discos) de mis ambiciones creativas. Puedes escuchar el disco como si vieses una película, o como si disfrutases desde el final de una sala de conciertos. Yo lo llamo “una experiencia extrema que fue bien”. De alguna manera todos los mundos de Karma se fusionan en uno y eso no resulta ofensivo de ninguna manera. Sólo siéntate e introdúcete por esa energía real.

Tu música es muy visual, hace que el oyente se cree sus propias imágenes del mundo que le rodea ¿Cómo ves ese mundo? ¿Qué mundo nos intentas mostrar?

Mi trabajo es sencillamente una serie de “alteraciones del humor”, en vez de trabajar con comida como lo haría un cocinero, yo trabajo con sonidos. Me encanta contar una buena Historia Sonora. El diseño que puedes apreciar en mi página web, proviene del mismo lugar del que proviene mi música, no es como se ve, sino como se siente... un día podremos escuchar música pregrabada sin ningún sonido, y podremos sentirla (tan fuertemente como quieras). La ciencia de la tecnología musical me ha fascinado siempre y siempre me envolverá.

¿Crees en la música como una terapia para nuestra vida en un mundo cada vez más loco?

Somos atraídos por la música por su efecto físico y emotivo. Nos ayuda a expresar nuestros sentimientos de diversas maneras. No podemos desarrollarnos sin expresarnos. De modo que sí, la música es uno de los muchos caminos para autorealizarse.

¿Es por eso que con tu música creas un sonido tan dramático y el mismo tiempo triunfante, como mostrando que todavía hay esperanza para un mundo mejor?

Absolutamente... para tomar el control de tus propias acciones, debes de ser apasionado y fuerte. La energía positiva ha sido probada como el último empujón, como en la naturaleza, necesitamos para evolucionar. El caos organizado es lo que nos hace únicos. La perfección en la naturaleza es la colaboración de un caos organizado, o en otras palabras, son las imperfecciones que nos hacen únicos. Yo he descubierto esto en la música, y lo he aplicado. Mi disco Karma es un ejemplo de esta teoría.

¿El hecho de trabajar como productor para otros músicos es para satisfacer tu lado oculto en la electrónica más contemporánea?

Me gusta usar mis teorías con otras personas, para observar y ver que pasa. Los artistas se sorprenden de cómo la música y la tecnología pueden ayudarlos de muchas maneras. Colaborar con otras personas hace mi mundo más grande. Lo he visto a lo largo de la historia, compositores y artistas tienen tendencia a aislarse de la realidad.

¿Qué podemos esperar de Mars Lasar en el futuro? ¿Te gustaría actuar en España?

Continuaré componiendo mis aventuras musicales en el futuro y continuaré dejando que la gente las conozca. Quien sabe, quizás vaya a España en mi próxima gira europea.